Francisco María de la Merced de Frías y Jacob, Gutiérrez de Padilla y Martínez-Heto.
Nacido en la Habana el 24 de septiembre de 1809 y bautizado en esta ciudad, parroquia de Guadalupe, el 1º del mes inmediato (folio 43 y su vuelta, n.º 122, libro 13), quien, después de testar el 24 de junio de 1877 ante el Cónsul español en París, falleció en Passy al día siguiente, siendo enterrado en el cementerio parisino de Montmartre , panteón de M. Alexandre Labienvenú. Educado en Baltimore, el IV Conde de Pozos-Dulces cultivó las ciencias, principalmente la física, la química y la mecánica aplicada a las armas; dos veces fue Concejal del Ayuntamiento de la Habana y, como tal, Vicepresidente de la Sección de Impuestos Municipales y Jefe de Inspección del 5º distrito habanero, así como quinto Teniente de Alcalde, Alcalde ordinario de su ciudad natal, ilustre economista, periodista y agrónomo cubano y destacado cafetalero. Estuvo también al frente de la industria ganadera, fue autor de varias obras de carácter económico-científico de gran importancia y mérito. Director del periódico El Siglo, consagrado a la propaganda reformista, y publicó además El Porvenir del Carmelo, donde expuso sus ideas sobre economía cubana: Consiliario de la Real Junta de Fomento de la isla de Cuba, fue individuo de honor de la Academia de Ciencias Médicas y de la Sociedad Económica de Amigos del País en la Habana y en Santiago de Cuba, Comendador de la Orden Americana de Isabel la Católica e integrante del Consejo de Administración de Bienes Embargados.
Al ser designado Comisionado por Villaclara en la Junta de Información, presidió en ella la Comisión de Información; esa Junta fue establecida en Madrid para las reformas político-sociales, económicas y administrativas de la isla de Cuba. Tan preclaro reformista, por sus ideas, después de estar preso seis meses en el castillo del Morro, de la Habana, fue deportado de su patria de 1854 a 1861, época en la que residió en varios países europeos, principalmente en Francia, aumentando el caudal de sus ya vastos conocimientos en las materias a la que se dedicaba.
El IV Conde de Pozos Dulces, que a veces en Cuba residía en sus posesiones de Guanacaje, sucedió en su dignidad nobiliaria el año 1848, y con sus hermanos fue también propietario tanto del indicado cafetal “Frías”, que cultivó, como de la ya mencionada estancia “El Carmelo”, en El Vedado, barrio que comenzó a urbanizarse en su época, erigiéndose el año 1890 en parroquia -hoy una de las principales barriadas de la urbe habanera-, donde se levanta desde hace años, en uno de sus parques, un monumento a su memoria.
No dejó descendencia de su enlace, efectuado en Alquízar, parroquia de la Purísima Concepción y San Agustín, el 22 de diciembre de 1837 (folios 44 vuelto y 45, n. º 140, libro 2), con doña Isabel-Herbina Faurés y Pigeot, Larrica y Chierry, allí nacida el 1º de abril de 1815 y bautizada en la referida parroquia de la Purísima Concepción y San Agustín el 13 del mes inmediato (folio 87, n. º 252, libro 3), perteneciente a una familia de agricultores franceses.